Se desvanece la opción del gobierno de salvar titularidad sindical vía reforma constitucional
Legisladores de la NM adelantan rechazo a fórmula que explora el Ejecutivo. Fernández buscará alcanzar un “punto intermedio”.
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De ser difícil y extremadamente compleja, la tarea del gobierno de aprobar una reforma constitucional -para salvar parte de la titularidad sindical- pasó a ser casi imposible. No porque algún voto dubitativo de la oposición se definiera por respetar el acuerdo del bloque, sino porque la fórmula que explora el Ejecutivo simplemente no convence a toda la Nueva Mayoría.
El camino constitucional que La Moneda analiza seriamente es establecer algunas prerrogativas exclusivas para los sindicatos, como la extensión de beneficios, los pactos de adaptabilidad y los servicios mínimos en la huelga. Esta opción elevaría a rango constitucional, explícitamente o por omisión, a los grupos negociadores, lo que genera profundas divisiones al interior del oficialismo.
Y si durante el debate de la reforma laboral cada voto de la NM fue importante para despachar los pilares del proyecto, ahora ese respaldo es fundamental, ya que el gobierno requiere de 2/3 del Congreso para aprobar cualquier reforma constitucional. El escenario es complejo, ya que el oficialismo tiene 23 votos en el Senado y necesita 25. En la Cámara, tiene 71 y requiere del respaldo de 79 diputados.
Y aunque algunos parlamentarios de la NM aún creen que convencer a la derecha es posible, otros simplemente lo consideran inviable. “No hay ninguna posibilidad. Me notificaron que no van a dar ningún voto para establecer la reforma constitucional para la titularidad sindical”, expresó el senador de la DC, Andrés Zaldívar.
El parlamentario, que ha liderado las conversaciones informales con legisladores de Chile Vamos, no se quedó ahí, también puso en duda la elaboración final de un proyecto para modificar la Constitución. “El gobierno no puede presentarla si no hay agua en la piscina”, expresó Zaldívar. El planteamiento es concordante con los criterios que La Moneda definió a la hora de explorar una reforma de estas características: una solución técnica y una salida política.
La salida política, es decir, el apoyo transversal de la NM y el respaldo de algunos legisladores independientes y de Chile Vamos, es más que difuso. No sólo por el rechazo de la derecha, sino porque la solución técnica, los contenidos de la reforma constitucional, no convencen en el oficialismo.
Los senadores Pedro Araya (DC) y Adriana Muñoz (PPD) ya adelantaron que no apoyarán una reforma constitucional que instale un trato casi igualitario entre sindicatos y grupos negociadores. En la Cámara, algunos también se han restado de respaldar un proyecto en estos términos.
Así, la premisa del presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), sobre “primero definir una posición común en la NM y después invitar a la oposición a sumarse a un acuerdo”, pierde fuerza.
La disposición de Fernández
Con este panorama se encontró el ministro del Interior, Mario Fernández, en la reunión-almuerzo que, junto al titular de la Secretaría General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, sostuvo con senadores de la NM, en la sede del Congreso en Valparaíso.
Fernández aclaró que el gobierno “aún no tiene claro” lo que va a proponer, pero que “se va a desplegar para obtener un amplio acuerdo, para llegar a un punto intermedio”, el mismo que no logra el respaldo de la totalidad del oficialismo.
Intendentes: el otro tema en la agenda
La recuperación económica y la descentralización fueron los temas, además de la reforma laboral y la agenda legislativa, que el ministro del Interior, Mario Fernández, abordó ayer con la bancada de senadores de la Nueva Mayoría. A la cita, que se desarrolló al mediodía de ayer en el Congreso, la autoridad llegó acompañado del titular de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre.
A la salida del almuerzo, algunos de los comensales comentaron que lo más relevante fue la elección de los intendentes, iniciativa que el Ejecutivo pretende que esté vigente el próximo año.
El ministro Fernández explicó que viajó a Valparaíso para "acompañar al ministro Eyzaguirre, porque él es el encargado de llevar las relaciones con el Parlamento y la agenda legislativa". Agregó que durante la cita sintió una buena recepción, un gran apoyo, cooperación y un intercambio fluido de ideas, por lo que se iba satisfecho.
Antes de volver a Santiago, eso sí, insistió en que su tarea está delimitada a actuar como jefe de gabinete. "La tarea la cumple acá el ministro Eyzaguirre que cuenta con todo mi apoyo", dijo en un tono que se interpretó como un claro respaldo al secretario de Estado, ante las presiones por un pronto cambio de gabinete.
Esta fue la última actividad oficial de Fernández hasta el viernes, día en que regresará desde Uruguay, donde se desempeñaba como embajador y al que viajará para traer sus cosas de regreso a Chile.